martes, 5 de noviembre de 2013

Tecnologías en el tiempo para la difusión de cultura

En el Matadero de Madrid podemos visitar de forma gratuita la exposición “La Villa de los Papiros”. Un recorrido que nos invita a conocer el mundo de la lectura en la antigua Roma.
La Villa de los Papiros fue una lujosa villa suburbana situada junto al mar en Herculano que fue sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79 dC. Su nombre deriva de su descubrimiento en 1750 al encontrarse centenares de papiros carbonizados durante las excavaciones, constituyendo así, la única biblioteca de la Antigüedad clásica que ha llegado a nuestros días. Esta Villa era una biblioteca filosófica epicúrea. Ella refleja un modelo de vida que buscó la felicidad del ciudadano a través de la asimilación de la cultura griega. Fue en estos tiempos cuando Epicuro escribió: “La amistad va recorriendo la tierra como un heraldo que nos invita a la felicidad” o “El placer es principio y fin del vivir feliz… Pero no nos referimos a los placeres de los viciosos o a los que residen en la disipación… sino al no sufrir dolor en el cuerpo ni estar perturbados en el alma.” Junto a él, Filodemo de Gádara son los filósofos epicúreos de referencia. La biblioteca alberga los principales soportes de escritura que había en la Antigüedad grecolatina como las tablillas, el papiro y el pergamino, mientras que los formatos de libro por excelencia fueron el rollo y el códice. No fue hasta el siglo II – III de nuestra era cuando “leer un libro” significaba “leer un rollo de papiro”. Una lectura que se podía hacer de dos formas, individual o en voz alta mediante un lector.
El primer papiro que se abrió lo hizo en 1754 resultando ser un fragmento del libro IV de la obra Sobre la música de Filodermo. Este tenía una textura alisada y se escribía en él con un cálamo y tinta vegetal. El rollo de papiro fue considerado, dese la época arcaica griega hasta el final de la época imperial romana, el libro por antonomasia.

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